9 ago 2013

CÁNCER DE LA FAMILIA JUNTO CON GAYMONIO Y DIVORCIO EXPRÉS. Estudios confirman que cohabitar sin casarse daña a niños, a adultos y a la sociedad

Viernes 9 de agosto de 2013.



RESUMEN VenL. En todo el mundo, crecen las evidencias sociológicas de que el vivir juntos sin casarse debilita la institución matrimonial, incluso más que el divorcio, y que eso daña a las personas, sean adultos o niños. La tendencia a que baje la nupcialidad crece más y más. La baja nupcialidad influye en la baja natalidad: la gente quiere estabilidad antes de tener hijos. Un estudio de 2011 de la Cornell University mostró que dos tercios de las parejas que cohabitaban no se casaban por miedo al divorcio y sus heridas. Pero el caso es que aunque la pareja que cohabita no se divorcia, sí se puede romper, y más que la casada. La ruptura daña a la pareja y a sus hijos. La sociología y los estudios demuestran con numerosos indicios que cohabitar es malo para adultos e hijos. Son relaciones inestables: pasados tres años de cohabitación, sólo una de cada seis parejas siguen juntas; sólo una de cada diez sobrevive 5 ó más años.

Noticia en Religión en Libertad.
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